Cuando venga la muerte a mi lecho, no quiero estar triste para recibirla, es con mi mejor vestido y mis zapatos negros que la esperare y así entonar la canción que en este largo viaje me llevare...
Muerte… no sabe lo que he gozado esta vida, desde mi nacimiento, paso a paso por cada etapa que he tenido que afrontar y mil batallas que pelear.
La enfermedad es una de sus aliadas y cómplice de sus secretos, que a voz y agritos le cuenta cosas que nadie sabe ni entiende como ser humano, los dolores, insomnio y tantas noches de angustia y de cansancio que solo entre las sabanas de esta agonía queda todo mi valor.
Muerte…por más riquezas, tesoros y todo lo material que Yo le ofrezca podrá comprar su conciencia, para hacerla desistir de esta guerra.
Muerte… con su sonrisa sabe que por más ventaja que quisiera darme, suya es la gran victoria para llevarse su trofeo.
Muerte de este paso nadie en este mundo se podrá escapar por más que trate de esconderse en el rincón más lejano, ahí también lo encontrara.
Cuando estamos sanos ni siquiera pasa por nuestra mente que algún día nos vamos a enfermar, es aquí que nos descuidamos y la avaricia, la riqueza, el odio, el poder, la usura, el egoísmo y tantos otros reyes y parientes de estos, son los anfitriones que a mi conciencia le hacen tanto mal, que ya en mi lecho de arrepentimiento de nada servirá.
Es por eso amigo, amiga si lee estos versos tome un segundo y reflexione para empezar a sembrar un puntico de alegría en cada corazón , que compartir, dar sin esperar, no humillar, ni maltratar , así habrá muchos punticos que los frutos que darán serán las armas para derrotar y no volver a sentir estos síntomas de odio , rencor, ni envidia y seguro que la paz por fin llegará a todo corazón sin distingo de raza ni color.
León Aguilar Zorro