la historia de la supervivencia
de los mas bajos instintos...
El asco, en la memoria,
impregnando todo
con tu olor seminal.
Explota como dinamita,
igual que una espiga de trigo,
incluso lo creas o no.
El acido del tamarindo
nos frunce el ceño
pero excita nuestras papilas gustativas.
Tu solo tu, catastrofico
no hay vuelta atras.
Tu y tus vitaminas y minerales.
Arte y Ciencia a la vez...