Cuando la luz de mi existencia
sea extinguida,
y emprenda vuelo
de donde no se puede regresar,
no creo sea el momento
de compadecerse
porque será muy tarde
y ya nada sabré.
Tampoco quiero,
que por mí haya lamento
al darle último adiós,
a mi cuerpo inerte por el frío
porque, ¡cuántas veces!
he deseado que me quieran
y eso, a nadie le ha importado.
Porque el momento
en que llega la partida,
entonces dicen todos
cuanto te querian,
pero cuando pedías
amor como mendigo
nadie percbió,que eso era
loque mas te importaba.
Es que a veces el jazmín,
exhala su perfume
pero su fragancia, a nadie le interesa
si existen otras flores,
que también brindan su aroma.
Es por eso,
que ahora es que deseo
que demuestren que me quieren,
porque ahora puedo
oír cantar al ruiseñor,
no cuando de esta orbe
ya me haya ido
que nada que suceda
ya me podrá importar.