Hoy desperté y me di cuenta de todos los sueños a los cuales he renunciado.
Escuché el sonido de la madrugada y una aguda voz me susurró al oído, pronunciando un mensaje que se detuvo en mi mente: Tienes que dejar tus pensamientos volar, como una mariposa que recorre un inmenso jardín y se posa en cada flor que encuentra a su paso.
Entendí que la vida es mucho más que levantarse cada mañana y comenzar un nuevo día; comprendí que los días grises existen, pero que puedes impregnarlos de color, como un mago al hacer su mejor truco: Deja tu imaginación volar y reinventa tu historia para así no permitir que se escape ningún otro sueño.
Vuela, vuela y sigue volando, y en cada vuelo, encuentra tu destino y descubre cómo posarte sobre la flor de la felicidad.