Cuando te dije adiós,
retuve mi último aliento
y despacio oculte mis lágrimas
que resbalaron en silencio.
Tenía que ser fuerte,
por eso mire al suelo
para que ningún recuerdo
tenga presente.
Congele mis labios
y encerré mis sentimientos,
lastime mis pensamientos
y desde esa vez mi último verso
lo interné en lo más profundo
de mis secretos.