Alma al aire

No te enamores!

No te enamores

de las palabras,

de sus palabras

no te enamores.

Tras las palabras

se esconden velos,

algún recelo,

sapos cantores.

No te enamores

de las palabras,

dulces o amargas,

no te enamores.

Ni de víctimas

o victimarios

para salvarlos

y ya no lloren.

De sus poemas

no te enamores

ni de sus rimas

o sus canciones.

Cualquiera puede

con las palabras

ser ese cielo

que tu añores.

Pero lo digo

no te enamores!

y lo repito

pagando errores.

No te enamores

de una imagen

y sus palabras

que inventan soles.

Enamorate

de cada gesto,

de las caricias

de cada dedo,

no de palabras

de que te espero,

que si se quiere

irá a tu encuentro.

Que a ti te hable

con su mirada

y en esos ojos

sentirte amada,

que te conquiste

con sus acciones

que no se dicen, 

que no se callan.

Enamorate

si busca verte

y sin cadenas

quiere tenerte.

Enamorate

no por despecho

ni de ilusiones,

sino por hechos.

Enamorate

no de palabras

que mezclan fácil

odas soñadas.

Tampoco dudes

y exige amor!

mereces todo

y lo mejor!

Enamorate

no de palabras,

aunque sonrojen

al escucharlas.

No te encandilen

frases vacías,

tu vales más

que una poesía.

Enamorate

sin miedo a nada,

pero no crées

cuentos de hadas.

No hay persona,

poeta o cantor,

que siquiera merezca

que mendigues amor.

Por eso, no te enamores!

sólo de sus palabras

de la tinta en una carta,

de una letra en la pantalla.

No te enamores,

confía en mí!

que las palabras

mueren al fin.

Se queman con el fuego,

se ahogan de silencio,

se caen de las hojas,

se cuelan en los cuentos,

se dicen y desdicen,

se borran con el tiempo,

que a todas las palabras

se las lleva el viento.