Estoy aprendiendo
a sanarme.
Ya no necesito
de las primaveras eternas.
Escasean los rezos
por aquí.
Solo mi amor.
Solo mi espíritu.
Como el sol que renace
cada mañana.
Como la luna que despierta
tras cada ocaso.
Y saldré a
respirar.
Despejare las dudas
de las esperanzas
que han desfallecido
en el camino.
Sorteare obstáculos,
incertidumbres y fracasos.
Y renaceré.
Único e irrepetible.