Hoy no escribiré de ti.
Hoy mi alma busca aliento en otros prados,
ya no quiere que seas mi alimento predilecto,
y por ello, ha vuelto la mirada hacia otros lados.
Hoy me doy cuenta que no soy la de ayer,
que la vida pasa y a veces me rebasa,
que el tiempo acecha y no da tregua
que debo de vivir, sin miedo a caer.
Hoy he vuelto de nuevo a soñar...
y no necesité cerrar mis ojos para hacerlo,
Hoy tan solo me bastó mirar el cielo azul,
para mi pluma y mis versos retomar.
Hoy me aventuré a abrir mi corazón,
dejé de esconderlo, en mi afán de protegerlo,
cambíe el verbo reprimir, por el de vivir,
y al final del día, no resultó fatal mi decisión.
Hoy fue un buen día.
Lejos de la melancolía y sin extrañar tu compañía,
aunque aún hoy, cierro mi verso pensando en ti todavía
lo cual me resulta, una estúpida ironía.