Cada cual con su ton y son,
en jardines de estaciones
se reflejan creando realidades.
Ni el verde es verde
ni el azul cielo es cielo, ni azul
solo creemos y así seguimos.
En burbujas oxigenadas o envenenadas,
alivianadas o pesadas, igual.
La vida empuja, hay que seguir.
Había pensado que cuando me dices:
tú, a mí (yo); resulta que el tú soy yo.
Entonces si tú soy yo, yo soy tú.
Y, así seguimos sin saber lo que decimos
o creyendo saberlo.
Ni el verde es verde
ni el cielo azul es azul, ni cielo
solo creemos y así seguimos.
luz teresa maldonao folkerts