Bendito intento de calmar las ansias que invadieron nuestros cuerpos,
como lo recuerdo, tarde nublada, playa húmeda e ilusiones mojadas,
sueños en el aire, pasión desbordada, y algun lugar un Dios que nos miraba...
Esa tarde vi en tus ojos inusual belleza, complaciente la brisa nos acariciaba,
tu pecho se abría y me invitaba a un viaje sin regreso,
miradas largas, besos profundos, caricias exquisitas y un cuerpo de niña,
el viento, lento por conveniencia me repetía cada vez "hazme tuya",
instintivamente mi cuerpo acalorado no quiso pensar en el pecado,
recorrí no se cuanto por tus lindos caminos, jugue con tu pelo,
mordí tus labios, rocé tu vientre y tu espalda blanca ...
por un momento nos olvidamos del mundo... no importaba algo más,
lucías extremadamente bella entre mis brazos, tierna e inocente mujer...
al pie del ocaso, bajo los primeros destellos de luna... mi mujer ... mi linda mujer...
tarde de otoño, de singular belleza e inigualable placer ...
eramos unos niños buscando en el otro un tanto de amor...
tontos, inseguros, apresurados, queriendo rellenar espacíos ocupados por el vacío.
Regresamos a casa con la sonrisa que deja una travesura infantil,
saciados del cuerpo, divagabamos inevitablemente en el recuerdo de aquella vez.
El tiempo pasó, la sonrisa tuya y la ilusión mía el tiempo las disolvía,
invierno blanco, arboles inertes, no habría más sueños... ni uno más...
vidas truncadas, sentimientos de culpa, sensaciones extrañas,
ambiente de desesperación, pero desesperación distinta a la vez primera,
ganas de llorar, gente que te mira y te reprocha silenciosamente el error.
Por fin la primavera y esta vez no trajo flores ...
quedaron tristes y marchitas en la senda de nuestra fallida ilusión,
en cambio nos dio un bello regalo colmado de bendición,
ojos brillantes igual que los tuyos, piel trigueña como papá...
quise llorar, quise olvidar que pensé lo impensable...
jamás lo olvidaré... aunque yo quiera nunca podré...
un hijo, bendición para aquellos niños desesperados
que quisieron experimentar el mundo que para ellos aun era pecado...
AMO LA VIDA.