En una tumba solo en la que estaba
Un momento que irradiaba soledad
Y el silencio que no se esconde y que habla,
Y a la vez no dice nada como tantos al callar.
Dice el viento aun sentir sus palabras,
Y la tristeza que aun lo oye llorar.
Pero no lo vemos y nos negamos que algo pasa,
Seducidos por la ignorancia comenzamos a olvidar…
A ese hombre inerte ya nadie lo llama,
Y las sombras que lo tienen no lo piensan soltar.
Allá su muerte lo mira con mucha calma
Diciendo: “El ya es mío y ustedes seguirán”.
Otro que muere… ¿será que todo así acaba?
Solo una mirada triste se me atreve a contestar
Con el lenguaje del silencio esta vez repleto en lágrimas…
“Allá yace el poeta que se fue y me hizo llorar”.