Sammantha

De tu rostro

Curiosamente, ya has opacado mi poema, con esa presencia.

Porque eres poesía, con poros…

Con poros y con indescriptibilidad.

Presencia sin que estés, existiendo en alguna acera con tus pasos, bañados en gracia.

Gracia, tan de ti.

Te dejo un suspiro, y algunas palabras que no pueda declamar si te me presentas.

Curiosamente envidio tu sonrisa, que no me compartes, porque estamos a kilómetros, o quizá,  solo sea tiempo…

Que si conozco tus poros?, y los amo, como a tu sangre, porque te crea, y no te compara.

Y aún no me explico, cómo existes, cómo me descubriste.

Cual luna nueva en el cielo nocturno.

Estamos ocultos, pero estamos. Almenos yo, yo te amo.

A pesar de que no vea mover tus pestañas, a pesar de no poder recitarte, contarte, inventarnos.

Déjate ver, déjame regalarte aquella estrella, que interrumpe mis lágrimas para mostrarme tu rostro. En la creación de mi pensamiento.

Déjame recitarte algunas letras al oído, con mi voz, o con mis ojos.

Déjame recostar en tu pecho y cantar con tus latidos, déjame perderme en tu cálido regaso.

Déjame compartir, lo que sale de algún recóndito sonido, que nadie escuche.

Deja poder hacerte lo que jamás podrían destruir,

Un te amo pintado en tu blanca piel.

Deja que te huela, y estremezca, preséntate real, para que te imagine sueño.

Soñemos, ilusionemos.

Bésame la frente y dime…

Luego dejaré que te quedes a mi lado…

Dejaré que demuestre que así lo deseo, como la muerte desea a la vida.

Y miremos lo que no se puede ver a través de lo que no existe.

 

Voy tan bien en tus labios, y en cada palabra dirijida.

Voy tan bien en tus besos, amor...

 

En este momento soy vena, y recorre mi sangre,

solo y sintiendote por ella.

En este momento soy vena, amor.

 

Van tan bien mis palabras, cuando siento lo que

digo.

Cuando digo que te extraño-...

Sammantha