En el oscuro signo de la palabra
la abstracta imagen respira
la impalpable soledad del pensamiento,
como hilos entre los dedos
las letras marcan las distancias
y al fin el poema es el camino,
el metal de la voz ,
el puente hecho de aliento
como señales de humo
entre el alma y el tacto,
para acercar la verdad a lo real
sólo queda intentar
saborear la palabra “ambrosia”
rindiendo los sentidos
a la conciencia del espíritu.