En una orilla de pueblo cercano al mar tropical
Hubo un hombre muerto porque fue herido por el Sol.
Su piel lo envolvió hasta acabar con él.
Conocía mi nombre y yo el de él,
lo ví pocas veces en la vida
,me faltó valor para verle en su último aliento.
No fuí cercano a él y ahora lo veo en cada familiar
y me acompaña en cada atardecer de calle.
Compartimos sangre similar y facciones.
Sé que puedo tener su retrato,
puedo viajar en su lancha,
la brisa susurra que puedo visitar su casa
y hablar en su puerta.
Las gaviotas que lo vieron me verán alzar la cara
copiando el baile de los cocoteros.
Cada mañana saludo al sol
le pido que no me hiera.
Tal vez la piel quiera matarme como a él.