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Al poner con luz mi mano
fijada feliz sobre tu pecho
siento mi corazón cercano
afirmando en mi tu derecho
Se caen agotados tus ojos
cuando bostezo mi sueño
resguardando bajo cerrojo
tuyo este amor sempiterno.
Al respirarte en tus deseos
haces propios mis latidos
por un génesis promoviendo
azares en musical sonido.
Cuando esos labios rezan
tus oraciones son el canto
de mi boca siendo presa
por oficio de tu encanto.
Viajar por tu marcha áurea
recorriéndome mis pasos
te sonrojan esa tez nívea
de ángel cual bello ocaso.
Será en góndola tu Venecia
siempre mi Paris iluminado.
Nuestra existencia aprecia
dicha de vivir enamorados.
Vito Angeli