te regalaré el firmamento y las estrellas
te regalaré el mar y lo que en él habita,
te regalaré cada flor, cada rosa, del jardín
y un sin número de besos que hablaran por mí...
Este corto pensamiento surgió de la nada
queriéndote regalar el paraíso terrenal
pero dándome cuenta que lo único que puedo es amar,
a aquella persona que habita mi corazón,
a aquella mujer que se roba toda mi atención.