Quede encadenado bajo la sombra de un recuerdo
solo con mis manos mustias para narrar
y un gran amor vivo que jamás morirá,
ella era un rosa única que plante en mi jardín
la abonaba con cariño
y la regaba con amor,
la pasión nos libero
de este mundo marchito
y carente de amor,
vivíamos detrás de la puerta de la adoración
a donde solo entrabamos ella y yo,
anoche observando las estrellas
no se porque mi alma se desbordó
y por mi ojos llenos de apego brotaron gotas amargas de dolor,
aun llevo su aroma flotando sobre mi piel
y me parece verla caminar
con su bella sonrisa aflorando de sus labios
cuando me veía llegar,
al contemplarla tan bella me hacia suspirar
hoy de mis manos tristes germina una poesía
que nacen de mi de mi alma como entonando
un bello himno de amor,
hoy entiendo que jamás morirá
mientras estén estas manos mustias
que puedan narrar lo que mi alma siente
que es el amor mas limpio y puro
que nadie jamás se podrá imaginar,
la puerta de nuestro amor
la tengo siempre abierta para cuando ella quiera entrar
a encontrase contigo, y siempre ahí estaré yo,
con el alma enamorada entre mis manos
para entregársela a Cristina como siempre junto a todo mi amor.