Cerrada la puerta, converso con mi padre
palabras muy ciertas, de su corazón salen
cerrada la puerta, ahí en lo secreto
mi mente abierta, mi atención le presto.
Sujeto a la silla, con mis manos crispadas
estando de rodillas, mi padre me hablaba
hijo mío, eres tú, agradable para mi
por aceptar a Jesús, mi hijo amado, sí.
Y por creer también, muy fielmente en mi
en verdad, yo, estaré contigo hasta el fin.
AUTOR: MAURICIO CRUZ AGUIRRES