RICARDO ALVAREZ

TU VESTIDO - de CREPUSCULO

 

Tu turgencia de capullo

revestida en el lienzo de la harina

y las hojas doradas que vuela el otoño,

son como el escudo de una Diana

y el balde de las gotas derrotadas de nácar,

donde las lluvias enemigas caen como polvo.

 

Cuando los años se te multipliquen,

clavados en tu pecho,

serán del trigo duplicado por el sol

y el capullo se hará gasa estéril estacionada,

como buen vino en cubas de roble y

situada exacta como vestido en la

posición del pan en la artesa,

amada por el fuego,

como el himno y la bandera de los hornos.

 

Con el negro carbón de tizne y la encendida llama

de tu sacra estirpe

de lenguaje y  aroma

desprendiendo vapor odoroso siempre blanco,

más blanco que el albo níveo blanco.

Como la patria pequeña que habitan tus laderas,

mis manos de carbón mineral,

seguirán rodeando tu vestido

a través de las horas grandes

Como olas trabajando al aire dibujando tu imagen,

   clavando de los ruidos urbanos a  los

silencios rurales irrumpidos por el trueno

Viendo como los silos de granos crecen contigo

y la gasa de harina, en hélice girando,

de tus pies mansos,

a tus cabellos nacidos del negro.