Ha sido una palabra
la que se amotinó al silencio,
ha sido tu nombre
que emerge desde lejos,
alma profunda y oscura
esta noche lejos y cerca,
cerca y muy lejos, y vuelves
y te haces voz en el viento
suave y el sueño no te alcanza.
Así desde mi boca callada,
ha surgido tu nombre
tenue como una flor que crece
donde nada era antes,
y luego eras labios y besos
y senos rosados y tiempo breve.
Tristes labios y tristes besos
y desde mis párpados cerrados
te veo desde adentro
partir una y otra vez.
mujer por la calle vacía,
dándome la espalda.
Me recorren inviernos,
fríos y amarillos inviernos
y tu paso simple, distante,
y doloroso, el sentir de las hojas sueltas,
como mi verbo,
amotinado yo te amo,
así desde lejos,
sabiéndote a sábana blanca
y a flores lilas y celestes en el cielo.
Te escapas de mi boca a borbotones
y mis manos te buscan
en la soledad de la noche,
en la búsqueda infinita
del tiempo muerto
y en la última curva
de este amanecer siniestro
desapareces en la bruma
de mi último sueño.