¡Oh! Vibrantes balanceos del alma
irrigan irremediable dolor
los yacimientos de tus entrañas,
ahogándote el humor.
Tus ojos en labia afligida
de gotas siempre regados
colman de pena y desidia
las pupilas de tus regalos.
¡Cual asíncrona máquina!
sustancias densas, vacío...
sientes tristeza trifásica
llenar tu alma de hastío.
¡Oh, desearía poderte
desleír en contenidos
que destilen y aporten
el afán de tus sentidos!
¡Cuida tus húmedos ríos!
en ellos diluye radiante
agobio de desvaríos...
¡que tu vida es un diamante!
Copyright©2010 Rocío Vega-Ponce