Aún disfruto hoy del cielo,
que dibujaste en mi alma,
sensaciones, melodías,
en caricias deseadas.
Cielos azules y limpios
y ese sol que a mí me abraza,
las golondrinas que anidan
y el río que canta y canta,
henchido… todo de plata,
acompañando a mi alma,
donde resuena grandiosa
esta mágica sonata.
Todo acompaña a mi vida
en esta tarde de magia,
donde los ángeles llegan
en respuesta a mi llamada
y me ofrecen con sus manos
tu sonrisa… tu mirada…
Y yo bendigo la tarde,
esta tarde en paz y calma,
donde lo bello es más bello,
donde el azul se hace plata
para hacerte una diadema
y te corone de dama…
esa dama que en mis sueños
se me acerca… y me llama…
para darme sólo un beso,
que en mis labios se desgrana
con el calor de tu vida
y la fuerza de tu alma.
Aún siento el fuego en mis manos,
que bajo un cielo esmeralda,
me regalaste con mimo,
en el calor de mi casa.