La tarde lluviosa.
Me asomo al balcón,
veo caer la lluvia fina
que salpican mis pies,
mi rostro, mis brazos.
Es una tarde húmeda,
gris, pero a la vez muy clara
que invita a escribir poesías,
donde quede reflejado el sentir
de la nostalgia, de la añoranza, del amor.
Una tarde especial
que invita ¡a tantas cosas!
A dormir, a leer, a conversar,
a tomar un delicioso té, de menta.
La tarde invita a soñar y a amar.