Ayer te volví a soñar
y en mis sueños logré
mis labios en los tuyos posar
y sin querer me estremecí
cuando tus manos en mi cintura sentí.
Pero no logro entender
porque tuve que despertar
y confrontar mi cruel realidad;
cruel porque en ella no estás.
Hasta hace poco me sentía feliz
pero al volver a pensar en ti,
sentí un vacío dentro de mí,
y solo tú lo puedes llenar.
No quiero soñar,
y, si llego a soñar
tengo miedo a despertar
pues sé que junto a mí no estarás.