"La nuestra es historia no contada/ de una herida que aún tiene cicatriz./ No fue bien escrita ni bien actuada/ ni tuvo un final feliz".
Para que todos desde ya se enteren,
Incluso aquellos que no quieren,
Ahí les va la historia de mi boda.
Será la más absoluta realidad,
Unos de la historia saben la mitad,
Yo ahora se las contaré toda.
Tenía los detalles terminados
Y en la lista de los invitados,
Hasta mis enemigos estaban,
Alquilé un frac con mucho brillo,
Las últimas monedas en mi bolsillo
En ese objetivo se gastaban.
Claro que invité a mi compadre
Y obvio que no me faltó la madre
De una ex a quien ya no quiero.
Me dijo “que te cases no me alegra”,
Pues ella que era mi suegra,
Juró que me quedaría soltero.
Por estar con los preparativos,
La verdad no prestaba oídos,
A lo que alguna gente me decía.
Que mi novia, a quien tanto amaba,
A la vista de todos me engañaba,
Con su primo que era policía.
Como nadie pruebas presentaba,
Yo ningún crédito le daba
A todos esos infames rumores
Y para mostrar confianza, en esos días
Les decía a todos los policías
¡Están invitados señores!
Todos sabemos que por lo regular,
A algunos les gusta chismear
Y la gente se pone necia…
Nunca supe cómo ocurrió,
Pero la verdad se me llenó
De muchos policías la iglesia.
El tiempo muy rápido corría
Y la novia nada que aparecía,
Pero yo mantenía la esperanza.
Murmuraban todos entre dientes
Y yo a los “polis” presentes
Empecé a verlos con desconfianza.
El sacerdote ya muy impaciente,
Como plancha de chino caliente,
Me hacía algunas señas…
Me dijo “hijo mío, al parecer,
Esto para nada va a tener
El final que tú sueñas”.
El compadre viendo la situación,
Me dijo en tono muy bonachón
Que calmara un poco mi amargura.
Que ella seguro no sentía mi dolor
Y probablemente hacía el amor
Escondida en alguna jefatura.
Resignado los despedí a todos
Y disculpándome de muchos modos
De aquella iglesia me fui…
Y no hay policía a quien quiera,
Así sea un policía cualquiera…
O un agente del F.B.I.