Tu voz llega a mis oídos
como los arrullos suaves
que se intercambian las aves
cuando se aman en sus nidos.
Así tu voz cautelosa
acaricia mis sentidos,
mi corazón de latidos,
por tus palabras melosas
que me dicen tantas cosas,
llenando de amor mi vida,
y yo me siento querida
porque tú me haces dichosa.
Con tu hablar fascinador,
lleno de inmensa ternura,
también con toda dulzura
tú me entregas mucho amor.
Esas son las tiernas cosas
que me hacen quererte tanto
porque me llenas de encanto
con tu voz suave y preciosas.