Mis labios potros cuan salvajes,
que cabalgan sobre tu cuerpo,
saciando mí sed por entero,
con el néctar que llevas dentro.
Mis huellas que quedan en ti,
no se borran por el tiempo
es la marca del amor que yo te di
del amor que por llevo dentro.
Saciando nuestro deleite,
y con el amor que tú mediste,
lo recordaré para siempre,
tu calor y tu cuerpo ardiente
Es el cofre de tus delicias,
susurros de besos en la noche,
y entregados a nuestras caricias,
hicimos el amor sin reproches.
Por: Manuel Palacios.