Ámame, no tengas miedo mi tierna princesa,
no desconfies del tiempo ni de mi promesa eterna,
por favor no llores cuando lejos de mi te encuentras
recuerda cada vez que la historia nuestra es por demás inmensa,
no hay por qué dudar que la distancia nos une,
paciente nuestras almas deben ser...
Ámame, extráñame cuanto puedas, pero triste no debes estar,
piensa que mañana un hogar nos ha de esperar,
entonces podré abrazarte y tu belleza contemplar,
luego tomaré tu mano y cumpliré mi promesa de llevarte haste el altar.
Ámame, mis palabras son sinceras y puro este amor,
he aquí un hombre que como niño se enamoró,
pero que no se arrepiente de entregarte el corazón,
y en sus versos últimos decirte quiere: Ámame, que yo te amaré ...