DESTEJIENDO LA VIDA
El agua dibuja sus eses mientras la barca de la existencia
Desliza el rojo carmín del atardecer
El alma enarbola velas bordadas con hilos de seda
Mientras en el aire, susurro de coros, palabras de encajes,
Que trae en sus brazos el anochecer
Barca que un día un mar belicoso con furia de hombre,
Dejó en el puerto buscando el enigma de la sensatez
Cansancio de viajes hechos en el tiempo
Sosiego evitado por marchitas rosas,
Mostradas sin penas, en su desnudez
Aguas teñidas con el barro de avasallante encono
Que el oleaje estrelló contra rocas de mesurada razón
Vivencias maltratadas por manos del destino
Hasta encontrar la brújula del amor
Teresa Ternavasio
15/03/2011