El me enseño que no es bueno el rencor,
Que el dolor es pasajero. que suerte contar
Con un amigo como el mío .
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Que aunque lo corrija o lo regañe no me guarda
Rencor pues sabe cuanto le quiero,
Siempre será mi amigo incondicional en
Todo momento en todo lugar hasta el final.
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No importa que no tenga dinero, lujos ni manciones,
Seguirá siendo mi amigo .
Aunque este herido me dará su abrigo y mis
Heridas aunque sean tan profundas que
Rasguen el alma yo se que curara.
Para que son los amigos para brindarse la mano,
En las buenas y las malas continua la amistad.
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El no tiene miedo a decir te quiero y cuando lo
Dice le sale desde adentro cual puro sentimiento,
Y dandome un abrazo el alma me sabe robar.
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Su nombre mas que para mi importante,
El hecho mas grande es que es mi hijo,
Un amigo con una amistad tan blanca,
Muy diferente a las demás,
Con una nobleza inmensa, muy difícil de encontrar.
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Autor: Adolfo casas c