Esta noche me he arropado
con las letras de mis versos,
pues siempre hablan de ti
y me saben a tus besos.
Mis palabras se entretienen
en mirarte y admirarte,
y tan sólo se detienen
cuando quiero acariciarte.
Es poesía encendida
la que dibujo en tu piel
como bosquejo escondido,
trazado con el pincel,
que mis versos colorean
con luces de atardecer.
Y por eso yo esta noche,
con el frío de tu ausencia,
yo me abrigo y te presiento
para vivir tu presencia,
que mis versos van sembrando,
recordando las vivencias,
que contigo siempre tengo…
¡Tómalos! Son mis ofrendas…