A que se debe este silencio austero
en esta noche callada y refrenada,
porque se extravía mi nombre
cada vez que te presentas,
porque tu voz se desvía cuando me hablas
y disfrazas con tus charlas los te quiero,
si detrás del cristal de tus grandes ojos negros
contemplo tu pasión a punto de explosión,
porque corren mis sombras
a cobijarse entre las tuyas,
porque este deseo me ahoga
y se me atascan las palabras
cuando te miro a mi lado tan hermosa y apetitosa
invitándome en la mudez de tus palabras
a disfrutar de tu blanda boca,
porque me incentivan tus sentidos anhelantes
a recorrer cada espacio de tu cuerpo primoroso.
porque este cautela nuestra
que nos imposibilita a navegar por los mares del amor,
si mi velero esta anclado en tu puerto
y tu haces estremecer mis velas con tu sola presencia,
tu cuerpo de ninfa se convierte en vendaval de pasión
cuando el velero de mi amor fondea cerca de tus costas.