Ojalá que estas palabras
no te encuentren en algún café
en algún andén que dormite de pasos,
ojalá que mis sueños no se asomen ante tus ojos,
que proviene de océanos lejanos e interminables.
Ojalá que estas palabras se queden en este papel
y así saber que no te hallaron, que no te llamaron.
Porque si mis palabras sienten tu aroma a manzano,
la piel cálida y blanca de las palmas de tus manos.
¡No sé qué sucederá! ¡No sé qué pasará! ¡No sé qué ocurrirá!
Porque este amor lo tengo guardado hace tiempo
y ya es manso por las horas que tuvo de ausencia por ti.
Porque tú nunca le prometiste volver,
a cada una de mis palabras.
Ojalá, que todo esto se quede acá
y que nunca marchen hacia ti.
Porque si mis palabras te encuentran,
¡No sé qué harán! ¡No sé qué sentirán!
No sé, de verdad no lo sé
si te reconocerán,
si volverán a amar
si te hablarán…
después de tanto.
Solamente quiero,
únicamente prefiero:
dejar estas palabras,
dejar estas sensaciones,
dejar estos sentimientos,
en este lugar...
el cual sé que nunca visitarás.
Ojalá que estas palabras no te encuentren
porque no sé qué te preguntarán,
¡No sé qué nombrarán! ¡No sé qué verán! …
Sí, mis sueños hacía ti,
Sí, cuando diga mi amor hacia ti,
Sí, cuando mi caricia camine hacia ti.
Justo cuando mi amor te mire.
Pero no lo sé…
¡No sé! ¡No sé! …
Si estas palabras te encuentren,
no sé qué harás ante ellas
y después, cuando estés ante mí.
© Escrito por David Valencia Tobón. Reservado todos los derechos de autor.