Desde la madrugada del mundo
unos ojos centelleantes han despertado los afectos
bajo una mirada inquieta que calienta las venas
y tiembla la carne de frenesí y apetitos,
mujer de onduladas formas con fuego vivo en la cintura,
que vas dejando tras tus huellas pasiones abiertas y fantasías
¡Oh que locura! mujer tu cuerpo,
germinan de mis aspiraciones deseos por poseerte en mi alcoba
entre noches de amor, noches de entrega
descubriendo en su cuerpo
el mar de la pasión que se convierte en fuego,
la belleza de la mujer desata abundancia de sueños
y entre fantasías y desvelos
me voy entregando a ellas por entero,
entre los dulces brazos de la hembra de mis quimeras
se despierta el culto del amor cuando la poseo
y estando enamorado de la belleza de su esencia
señalo casi sin pensarlo que si la mujer no existiera
con mis manos excitadas yo mismo la inventaría,
desde la alborada de la naturaleza
se nos premio con la flor mas agraciada
que se convirtió en el norte nuestros afanes
y en sus sensibles refugio nos entrego la libertad
de poder amar y sentir que flotamos por ellas sobre la tierra,
cuerpo de mujer, oleajes felices donde dejo mis huellas,
soberana de la vida la devoción te venera
dueña, ama y madre eterna de la existencia humana sobre el planeta