El chorrito de la fuente
tenía vida y color,
se veía de formas diferentes
y lucía todo su esplendor;
se abría como una flor
y luego cae desmayado
pero luego con furor
lo vemos resucitado.
el chorrito de la fuente
quiere irse de repente
a buscar su propia vida
y como lluvia cristalina
precipitarse sonriente;
lo que no sabe el inocente
es que el no tiene corriente
ni siquiera vida propia,
ni que ésta, se le hará corta,
cuando salga de la fuente
porque vive dependiente
de algo que lo soporta.
Moraleja:
Siempre has una evaluación
si piensas independizarte,
no basta con la intención
porque puedes estrellarte…
Debes siempre proyectarte
abriendo nuevos caminos
y así podremos mirarte
luciendo tu propio brillo…
No seas chorrito de fuente,
que sin ella, queda inerte.