En la noche, al llegar la oscuridad
llega también los momentos de compartir la soledad,
de cada quien, porque es largo el día.
Dos almas que en silencio, se extrañan,
dos cuerpos que se desean,
se esperan para prodigarse mimos.
Dos personas que están en distintos lugares,
pero sus mentes transportándose en una nebulosa
en un solo instante, y en un solo lugar…
Dos almas que a la distancia…
se reprochan el no estar juntos,
se reprochan, el no amarse hasta enloquecer…
Ella, en su lugar de trabajo, compartiendo conversaciones,
recordando en su mente silenciosa…
compartiendo vivencias, intercalando el accionar.
Mientras cumple una labor…
piensa en su amor inalcanzable…
piensa si el la recuerda a ella…
El con su corazón acongojado por no verla,
esperanzado en el momento en que sus almas,
y sus cuerpos, se unirán en un tierno abrazo.