Debo seguirte viendo en mis sueños,
O debo mirar las estrellas…
Debo dormir con una almohada en mis brazos,
O debo decirte te extraño…
Debo cerrar mis ojos e imaginar que me devuelves un día de amor,
O debo ser realista y pensar que ya no estás...
Debo ver mis manos vacías,
O debo apretarlas y sentirme fuerte...
Debo ver una rosa y desear regalártela,
O debo comprarla y cuidarla como si fueses tú…
Debo amarte,
O debo arrancarme el corazón…
Debo imaginar a la mujer que me causo dolor…
O debo imaginar a la mujer que conocí…
A la mujer dulce con alma y sentimientos,
A esa mujer transparente que me hacia suspirar…
A esa mujer que yo le alcanzaba ver al corazón,
O debo ver a la mujer plástica en que te has convertido.
No tengo miedo de mirarte a los ojos,
Me da pena verlos,
Porque no son los ojos que conocí…
Son unos ojos que destellan luz,
Pero una luz no acompañada de tu corazón.
De que te sirve mujer ser bella,
Si le has arrancado el corazón a un hombre que te amo con locura…
Niña no sabes cuánto cuesta sobrevivir,
Cuánto cuesta respirar…
Antes me dabas un aire puro,
No me dejaste reservas de ese aire dulce,
Me envenenaste con un aire nuevo lleno de hipocresía.
Es verdad que te amo niña,
Y que deje mi orgullo de lado por ti,
Y no me arrepiento…
Pero niña tú que dejaste por mí,
Sabes lo único que me dejaste son Lagrimas en mis ojos…
No debo juzgarte,
No soy dios,
Pero debo decir lo que siento para liberar mi corazón,
Mi amada princesa sin corazón.