Agustinfranco

La muerte de Cupido.

 

Volaba Cupido al acecho, intentando alcanzarte con una de aquellas flechas que encomendé para ti, de pronto te puso en su mira y yo sonreí.

Mis intenciones y anhelos ya se concretarían y tú, caerías ante su flechazo de pasión, aquel que yo esperaba ansioso.

Así que, asió su arco y mandó su mano atrás, a su mochila de flechas de amor untadas,

Armó su proyectil tensando más que nunca su amorosa arma y la elevó a la altura de tu corazón.  Yo estaba feliz de esta sociedad entre el amor y los dioses…

 

En eso, justo en eso, tú sacaste tu arco y tu fecha, disparaste un instante antes que Cupido y la rauda flecha atravesó la misma trayectoria pero en sentido contrario. 

Ahora Cupido yace tendido en el suelo y su flecha, cargada de amor, acompaña su inmóvil mano