Soñé que sus pequeñas manos tomaron las mías,
soñé que su pequeña boca gritaba un pedazo de voz,
desperté pensando que no estaría mal si llegase a estar,
si nos uniera mas,
¿cuál es el costo de un ángel?
Quizás el tiempo que consumimos pensando
en esa quimera o en un hilo de riesgo...
Soñar puede costar hasta nuestra cordura,
aunque seamos felices,
pensar en eso ya es caso perdido.
Aun pienso en sus pequeñas manos..
criatura de algodón que vale infinitas veces su peso...
que viaja a su vaina, que allí se hace doctor...
Tocando, probando, y sumergido en espesa grama materna,
quiero ver esas manos en vida real,
su tercera dimension.
Quiero ver esas pequeñas manos en unas manos mas grandes,
pero mas chicas que las mías...
mas blancas, mas suaves, maduras y tiernosas...
Que escriben dibujos sobre pinturas de poemas.
Que sustituyes el oficio de cigüeña...
hacen de tripas corazón,
de la hojarasca unas rosas...
Que tus acuarelados ojos cuiden de esas pequeñas
diminutas
e inocentes manos en mis sueños.
Blas Roa