Hoy vine a recordarte
cuando me siento triste y solo,
cuando ya no estás
y supe
que ya es demasiado tarde,
que la noche
lo devora todo
y las luces cambian,
tu piel tan suave y cálida,
tus labios rojos,
tus besos
y estas miles de fogatas
que se encienden y se apagan,
titilan
y este espacio me queda grande,
y sin embargo,
a lo lejos,
el camino moribundo,
un espejismo de nubes
que vienen y se marchan.
En el agua tu imagen
clara,
innegable
de amor y borrasca,
y el tiempo pasa
como el rocío de la noche,
y sus lágrimas en mi ventana,
corren,
como corre y corroe la soledad amarga el alma,
una flor
tan bella y tan trágica.
Oh si,
hoy vine a recordarte,
cuando me siento triste y solo
y mi corazón calla.
se detiene,
ya no late,
no delata,
no se anima a confesarme
que te amaba
más que nada en este mundo,
y sufro
esta herida madrugada que naufraga,
luna pálida,
ajena a estos dos amantes
como un gordo pájaro errante
en este azul profundo
difuso ante mi mirada,
fallece,
se vuela entre las páginas
se desvanece,
tu cuerpo, como el sueño
con los primeros colores,
las luces amarillas, rojas y naranjas,
amanece
el verso como el pájaro
solo y triste en la distancia…