Bésame,
que cuando me besas olvido
los tormentos del pasado,
el llanto de los sauces
y los días perdidos.
Bésame,
que cuando me besas resucitas
la alegría guardada,
el brillo de mis ojos
y la niña escondida.
Bésame,
que cuando me besas
derrumbas las murallas
que protegían mi castillo,
te llevas las penas
con el canto de los ríos,
te elevas en el aire
de la mano conmigo.