HIÉREME con tu MIRADA:
Que para sufrir en dolor eterno, abra tiempo de sobra y espacio dedicado por silencio tenido en soledad, por la distancia habida de tu mundo en mi mundo sentido de lágrimas...,
No queriendo ahora, notar mi presencia, fingiendo dormir profundamente, al sentirme llegar a la casa…,
Desangrando mi corazón por penas reflejadas por el alma en mis ojos tristes…,
Que en esa distancia estará entonces, el olvido de lo sentido por la piel desnuda, durante todos estos años, juntos...,
Para hacer crujir de ganas cohibidas las cicatrices del ayer, hoy frente a ti, amada mía…,
Que en un cariño muerto no prevalece nunca, el odio y el rencor latente, como razón de existencia, para siempre...,
Glauca que antes de yacer con la sed de amarte pendiente, acostado en una fría cama, seguro que veré por última vez a través de la ventana los montes reverdecer…,
Que para eso tienes experiencia, no esperando otra cosa sincera, pero sí, del viento que aunque viejo, sopla bajando por el valle desde las altas montañas refrescando, dando alivio a mis ansias reprimidas, suavemente como una caricia en el rostro del olvido…,
Que ya conozco de muy cerca al monstruo nocturno del desvelo por la mujer amada, porque he pernoctado en sus oscuras entrañas, abandonado a la mejor suerte, sin ninguna orientación al Tú no demostrar jamás al mirarte amor del bueno.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 19/03/2011 10:45 PM.