le mont blanc

RAZÓN DE VIDA

 

 

 

La brisa permisiva  e indecente,

entro sin pedir permiso y con suavidad extrema,

 dejo caer sobre aquel cuerpo de pechos de marfil,

la gasa invisible del frío  cortinado,

quedó  aquel cuerpo  astral inmerso en la insinuante

transparencia de una ficción real .

Sus ojos de lapislazulis nacidos en desconocidos

mares universales  vivos de muerte,

fijos estaban en el techo de la habitación,

ser cósmico  de marmóreas piernas,

sin origen mundanal, tieso se hallaba,

pero a pesar de un   gélido gemir de muerte

de blanca gala vestida,

debajo  de ese ser latía un corazón

de volcánicas, enajenadas y misteriosas pasiones,

¿Qué lo traería a la vida? ¿Qué lo liberaría?

 

 

 

De pronto una húmeda mano de expresión colosal,

 de humeantes y henchidas  venas,  presurosa sangre,

toco con áspera sensualidad, la alba cúspide de las yertas  rodillas.

Y al instante estas,  como repuesta  al acierto de un mágico acertijo,

quebraronse  y precipitándose,

como apocalípticas columnas, del templo de Venus,

haciendo  nido en los mullidos almohadones que yacían a su lado.

 

 

 

Fue allí que el brillante cobre  de  aquel   humeante  cañón  Navarino

disparo  sobre  el  dorado monte, sus plateados proyectiles de placer,

 al  fin este  fue tomado  y   sin  miramiento,  insensiblemente,

ingresó  con bárbara actitud a su interior.

Cobro vida la esencia   y de aquellos pechos de marfil,

brotó  la calida y nívea lava de vida,

se estremecieron , gimieron  aquellos  encarnado  labios de helada expresión,

 la sangre  corrió  como piroplástica marea existencial, 

sobre aquel  inerte cuerpo,

Razón de vida tenia....  porque nueva vida latía en el.

 

 

 

LE MONT