Sé de una muerte viva y desenfrenada,
andando pálidos senderos de deseos,
y la abierta cicatriz en ocultos velos,
bajo pavor de piel desparramada.
Ya repican mis miedos campanas en sienes,
y salvajes felidos rugen con murmuro.
En aquelarre de sueño satánico y conjuro
se alían, y yo sigo, con ausencia de bienes y
la invasion tirana de mis miedos.
Se pegan como moho fantasmas en mi " dentro "
parasitos troficos se yerguen con el tiempo
nutridos de mi anemica sangre y mis venes de verde palido
fieles amantes de mis sueños despeinados
rodando por mis terrenos en vertical gravedad,
como mares hundidos acarician mis terrenos
con maullares de gatos en disputa y la rabia
iracunda de los perros infectos.
Siento que me penetran de los huesos a las medulas
con las gotas filtradas de mi alma cuando anda debil.
No huyen con recetas ni pocimas de boticario
y de postrer recurso abro las ventanas del oxigeno
y le muestro al espejo mis verdades
hasta que entro al cuadrilatero de los retos.
Cobardes miedos, ocultos en atuendos.
Vibran trémulos al cadalso del suspiro en la " lona "
rojos de ira dan un ultimo salto al vacío,
a la patria de los corazones muertos.
Los sepulto en el vientre de la madre tierra.
Se inmolan al soplo del aire, esfumados.
Ya son ruin polvo de cenizas en los osarios.
Su mascara de calavera ya no me aterra.
Llevo aferrados con vigor aromas y hedores pegados,
de batallas con furia de ríos embravecidos.
Dejo semientes de siega y desbrazo olvidos.
En claustros se refugian, rinden sus armas blandas.
! Blando victorioso mis dagas contra ellos !
¡ Saben que han sido vencidos ¡