Soy extraño y no me encuentro.
Sólo al mirarme en tus ojos
me veo tendido –transparente-
en la orilla de mis sueños.
Quiero romper el espejo
y atravesarlo, sin ruido,
beber despacio, sin prisas,
la inocencia de tu alma desnuda,
mojar mis labios resecos.
Bebe conmigo en el río
y juntemos las orillas
Se secará la fuente intranquila,
con su corazón de piedras.
La noche no llegará nunca:
mi eterno yo desconcertante
se llenará de luz.
Y seguiré mirando tus ojos,
como un niño – en silencio-.
Bucearé en el lago profundo
de tu corazón gigante.
Quiero encontrarme extraño,
desnudo, sangrante… o muerto
y abrazar tu espíritu de virgen
en un beso de cielo, sin fondo…