Hicimos una hendidura de duelo
En insurrecciones logradas
Sin gritos de rabia, de dolor
Ni tan siquiera de enfados, amor.
Sumergidos en el secreto
Cortamos la carne roja,rosa,azul
De aquellas aves llamadas libertad.
una aglomeración de nubes afiladas
nos hendieron de agua
cuando el buque estaba en marcha.
Tramoyistas y delatadores
Nos Crecieron en nuestra base
Marcándonos la mentira hacia la infelicidad.
Nos perdimos de la embarcación antigua
De los subversivos remos,
De los besos timbrados
Y de todo aquello que la vida trémula
Anulo, en el malecón de un gran amor.
ANTONIA CEADA ACEVEDO