marco augusto

DesolaciĆ­on

El amor ha emigrado buscarlo no he podido

aunque se que esta escondido

entre las burbujas templadas del acero del recuerdo,

pasmosos se han deslizado los años

dejando su huella indeleble en envoltura de mi cuerpo,

agónicos años vagando por las llanuras de las memorias

sin descansar ni un segundo siempre perdido

 entre las ventanas inconsolable de las evocaciones,

buscando la  paz a mi dolorida alma acudo a los versos

y derramo sobre el papel la sangre de mi mas cruel tormento,

sigiloso, casi invisible camino por la escasa vida que subsiste

y mi compañera de vida  la tristeza, pasa desapercibida entre la gente,

ya no me reconozco, mi piel derrotada se ha modificado,

mis párpados cansados han ido cediendo,

mi pelo se torno en un hongo blanco,

mis manos trémulas ya no te rozan,

la cama se hizo grande le hace falta tu amado cuerpo,

espero y sigo esperando algo que me de valentía para seguir existiendo

y sólo me encuentro de frente a la soledad esperándome en cada proceder,

la vida tiene un sabor amargo y el vino de la esperanza

esta guardado debajo de la tierra en la bodega del deceso,

 se me agotan los nervios de tanta pena

y en silencio austero sigo esperando algo que ignoro

 y oro y me alejo cabizbajo y en silencio

arrastrando los pies cansados por la edad y el cruel sufrimiento