Ya vienen las olas del mar,
unas tras otras sin parar,
alegres cantando llegan,
y llorando tristes se van
ay, ay, ay ... cantaba el poeta.
En su incansable ir y venir,
su estruendo se deja sentir.
Las olas que vienen y van,
movidas, movidas están,
ay, ay, ay ... cantaba el poeta.
Ha llegado ya la noche,
con su velo claro de luna,
y alguien a lo lejos canta,
la canción vieja del olvido,
ay, ay, ay ... cantaba el poeta.
Mientras sobre las olas del mar,
entre las blancas espumas,
van remando los muertos de abril,
perfumados con mirra y jazmín,
con nardos blancos y alhelí,
ay, ay, ay ... cantaba el poeta.
y se calló la noche,
do el poeta ya no canta
sus blancas penas de amor,
sus penas de frías soledades,
sus dolores del alma,
ay, ay, ay ... ya no canta el poeta.
Se fué con los muertos de abril.
Iván Madueño Luján