En el oasis del mar azul de tus ojos,
donde navego sin rumbo
llevada por las blancas olas
en remanso me embeleso
y entrego.
La luna mira celosa,
escondida entre cúmulo de nubes;
nuestro amor entre suspiros
y estremezco.
En neblinas de rocios amanezco,
cubiertos de sedosos pétalos.
Trenzados rayos de sol me acarician,
entretanto ... el día me ofrece bienvenida.
luz teresa maldonado folkerts