la negra rodriguez

ETERNA FRUSTRACIÓN

Dos luceros que nunca se encendieron

 Una vocecita que nunca pudo decir mamá

Un capullo que nunca llegó a ser flor

Y su perfume y color, no se expandieron.

 

La desolación inmutable,

el viaje a la incertidumbre,

y mi vientre, procreador de vida

de muerte  se inundó, el luto lo ensombreció.

 

Dolor de los dolores, silencio de los silencios

Llanto sin lágrimas que se fueron

A la nada del desasosiego.

 Y al sin fin del desconsuelo.

 

¿De qué sirve, gritar, cantar , reír

si este silencio eterno me encadena a la nostalgia?

¿De qué sirve correr, saltar bailar,

 si estática esta la desesperanza?.

 

Y este hueco en el pecho, que se ahonda

Cuando observo un pequeño acurrucado

En los brazos de su madre, que lo amamanta

Mis pezones entonces sienten un escozor doliente.

 

Y pienso y digo: quiero un  bebe que sea mío

Que se entregue a mis brazos y  mis caricias

Que me libere de una  vez y para siempre

De la soledad de saber que en mi alma hay una cuna vacía.